27 de febrero de 2015

La paciencia es un ejercicio de amor


 Job un ejemplo de la paciencia.
un hombre de conducta intachable, que vivió y gozó de una gran prosperidad, y tenía una familia con diez hijos.

Pero resulta que Job tuvo una serie de percances en que perdió la totalidad de sus bienes materiales, y a sus diez hijos; sin embargo, a pesar de la dura prueba causada por las pérdidas materiales y familiares, fue sometido además a una horrible enfermedad; sin embargo, él no perdió su capacidad emocional, su fe, su confianza, su integridad, y su fidelidad a Dios.

Dio demostración de una inigualable paciencia, porque no dejó de bendecir el nombre del Señor Dios, y al efecto, dijo: “Si aceptamos los bienes que Dios nos da, ¿por qué no vamos a aceptar también los males?”

Reza una conocida frase: “La paciencia es un ejercicio de amor, fe, y humildad que hace crecer a la persona”. Aunque Job sufrió y hasta llegó a interpelar a Dios, se mantuvo fiel, y con paciencia indescriptible, con el tiempo recuperó lo que había perdido y mucho más.

 “Muchas veces el éxito en la vida está en la capacidad que se tiene de esperar”, en otras palabras, la paciencia es un fruto espiritual que puede hacer justicia.

Sin duda alguna es conveniente y loable esforzarse por tener paciencia como el personaje de la narrativa del drama de este destacado libro, que trata de responder a preguntas que se hacen repetidas veces: “¿por qué le pasan cosas malas a gente buena? “.

 “El problema del dolor, o del sufrimiento”.

Los eruditos, filósofos de todas las escuelas, y los teólogos más preclaros, no han podido decir con propiedad convincente el porqué del misterio del dolor y sufrimiento en el mundo.

Se entiende que el libro de Job es un tratado que interroga, plantea y trata de descifrar por qué sufren los inocentes, por qué se angustian los buenos, por qué gime toda la creación; pero el misterio está por ser comprendido.

Los paganos politeístas creían que los pueblos y los individuos eran castigados por los dioses, sea por capricho, o por falta de cumplimiento de un deber o una promesa, o el deseo de la divinidad. Algunas sociedades atribuyen los males que sufren debido a la inconducta de sus gobernantes o personajes del Estado.

Lo que sí se sabe es que cuando una persona, grupo o conglomerado sufre de temores, rechazos, epidemias, prejuicios, extorsión, opresión o explotación se van acumulando resentimientos que dan lugar a pensamientos, actividades y estrategias, que surgen por la impotencia y la socavación de la paciencia.

Esto puede dar lugar a la enajenación, a resistencia pasiva, aumento de violencia, y maquinaciones de pensamientos, movimientos y maniobras para desatar enlaces y propiciar cambios efectivos de redención.

Tener la virtud de la paciencia de Job, no es generalmente una condición emocional de los individuos, grupos, o conglomerados que sufren por razones de desaliento, exclusión, atropello a los derechos que mancillan la dignidad humana; pues hay que tener fortaleza espiritual, estabilidad emocional, clara conciencia, y voluntad de cómo proceder ante los problemas de la vida.

Las evidencias antisociales, la intolerancia, los sufrimientos, y todo aquello que causa desaliento, pérdida de lo propio, o irrespeto a la dignidad humana, son problemas sólo tolerables hasta cierto punto, por eso, hay voces que exclaman y ruegan a Dios, diciendo: “Señor, danos la virtud de la paciencia de Job”.

23 de febrero de 2015

El verdadero amor es eterno

El verdadero amor es eterno, infinito. 
El aspecto puede cambiar, pero no la esencia. 


Es equilibrado y puro, sin manifestaciones violentas: 
se tiene los cabellos blancos y se es siempre joven en el corazón.

3 de febrero de 2015

La paciencia

La paciencia no es pasividad ante el sufrimiento, no reaccionar o un simple aguantarse: es fortaleza para aceptar con serenidad el dolor y las pruebas que la vida pone a nuestra disposición para el continuo progreso interno.

A veces las prisas nos impiden disfrutar del presente. Disfrutar de cada instante sólo es posible con unas dosis de paciencia, virtud que podemos desarrollar y que nos permitirá vivir sin prisas. La paciencia nos permite ver con claridad el origen de los problemas y la mejor manera de solucionarlos.
La paciencia es la virtud por la que soportamos con ánimo sereno los males y los avatares de la vida, no sea que por perder la serenidad del alma abandonemos bienes que nos han de llevar a conseguir otros mayores.
La paciencia es una virtud bien distinta de la mera pasividad ante el sufrimiento; no es un no reaccionar, ni un simple aguantarse: es parte de la virtud de la fortaleza, y lleva a aceptar con serenidad el dolor y las pruebas de la vida, grandes o pequeñas. Identificamos entonces nuestra voluntad con la de esa “chispa” divina de la que procedemos, y eso nos permite mantener la fidelidad en medio de las persecuciones y pruebas, y es el fundamento de la grandeza de ánimo y de la alegría de quien está seguro de hacer lo que le dicta su propia conciencia.
La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan ya que piensan que a las cosas que no dependen estrictamente de uno hay que darles tiempo.

1 de febrero de 2015

Algún día todo tendrá sentido

"Dicen que triste cosa es no tener amigos. Pero más triste es no tener enemigos. Porque quien enemigos no tenga, es señal de que no tiene:

Ni talento que haga sombra,

ni bienes que se le codicien,

ni carácter que impresione,
ni valor temido,
ni honra de la que se murmure,
ni ninguna cosa buena que se le envidie."